¡Haz tu propia malta!

¿Siempre quisiste elaborar tu propia malta? ¡Ven a dar el primer paso! Y no te preocupes, hacerla en casa es más fácil de lo que parece. Aquí te guiamos paso a paso para que crees tu propia malta artesanal:
1. La Cebada: El Comienzo de todo.
Comienza con cebada perlada, de buena calidad. Puedes encontrarla en tiendas de productos para la elaboración de cerveza o online. Asegúrate de que esté limpia y libre de impurezas.
2. Remojo y Germinación: Despertando la Vida
• Lava la cebada con agua fría hasta que el agua salga clara.
• Coloca la cebada en un recipiente de plástico con agua fría, asegurándote de que esté completamente cubierta.
• Deja que repose durante 12-16 horas, o hasta que la cebada se haya hinchado y esté suave al tacto.
• Escurre el agua y extiende la cebada en una sola capa sobre una bandeja o superficie plana.
• Mantén la cebada en un ambiente oscuro y húmedo, a una temperatura constante de 15-20°C.
• Remueve la cebada regularmente para asegurar una aireación adecuada.
• El proceso de germinación durará alrededor de 4-6 días, dependiendo de la temperatura.
3. Secado y Tostado: Transformando la Cebada
• Cuando las raíces de la cebada alcancen aproximadamente la mitad del tamaño de los granos, es momento de detener la germinación.
• Seca la cebada en un horno a baja temperatura (40-60°C) durante 12-24 horas, o hasta que los granos estén crujientes.
• Si quieres una malta más oscura, puedes tostar la cebada a temperaturas más altas, por más tiempo.
4. Molienda, por si quieres una cerveza
• Una vez seca, muele la malta usando un molino de grano o un procesador de alimentos.
• La malta molida estará lista para ser utilizada en tu próximo lote de cerveza casera.
Consejos Adicionales:
• Mantén un registro del proceso de germinación, incluyendo la temperatura, el tiempo y los cambios en la cebada. Esto te ayudará a comprender el proceso y a replicarlo en el futuro.
• Experimenta con diferentes tipos de cebada y métodos de tostado para obtener diferentes sabores en tu cerveza.
• Guarda la malta en un lugar fresco, seco y oscuro para conservar su frescura.