¡Abran paso al orégano!

Masticar hojas frescas de óregano puede disminuir los cólicos menstruales y prevenir la menopausia precoz.

El orégano, esa hierba que a muchos encanta por su aroma y que empleamos de múltiples formas en las comidas y en remedios curativos caseros, es conocida y empleada desde épocas tan remotas como la antigua Grecia y Roma, donde se consideraba un símbolo de alegría y felicidad.

 

Se dice que su nombre viene del griego “oros” (montaña) y “ganos” (alegría) y que existen variadas especies de orégano, pero las dos más comunes son el silvestre, el que más se utiliza en la cocina de forma cotidiana y tiene un sabor más intenso; la mejorana, con un sabor más suave, dulce y en tanto, el más empleado como hierba aromática.

 

Entre las propiedades medicinales del orégano, resalta su alto contenido del carvacrol y el timol, con propiedades antioxidantes, antimicrobianas y antiinflamatorias; por eso su uso en tratamientos digestivos, respiratorios y como antiséptico natural, en especial en nuestros niños y niñas ante las gripes y amigdalitis agudas.

 

Alivia dolores menstruales: masticar hojas frescas de esta planta puede disminuir los cólicos menstruales y prevenir la menopausia precoz.

 

Se reconoce, además, su efecto positivo regulador de los niveles de colesterol y para no sufrir problemas cardíacos, así como Alivia dolores menstruales: masticar hojas frescas de esta planta puede disminuir los cólicos menstruales y prevenir la menopausia precoz.

 

Tiene propiedades expectorantes: ayuda a reducir la tos y aliviar los problemas respiratorios.

 

Es bueno para la piel: el orégano se usa como remedio para cicatrizar heridas, tratar llagas, urticarias y el acné.

 

En la culinaria mundial es amplio su uso en todo el orbe, ya sea fresco, seco o en forma de aceite para aromatizar platos como pizzas, ensaladas, salsas, carnes y sopas. Resaltan su fuerte sabor y ligero picante, lo que ofrece profundidad y complejidad, fija lo natural de otros alimentos.

 

Para los que gustan de cultivarlo y  conservarlo, se trata de una hierba de climas cálidos y soleados, y es más factible que crezca en suelos bien drenados, aunque puede encontrarse en macetas o en el jardín, con especial crecimiento durante la primavera. Se puede secar fácilmente colgándolo boca abajo en un lugar cálido y ventilado, pero también puede congelarlo en bolsas herméticas.

 

 

 

¿Y si lo preparamos en infusiones?

 

Una de las formas más frecuentes de emplear el orégano es en infusiones. Incluso, especialistas recomiendan tomar dos tazas al día, una en ayunas y otra por la noche justo antes de acostarte, confirmándose de esta forma su efectividad  ante bronquitis, asma, gastritis, acidez estomacal, artritis, psoriasis y hasta infecciones bacterianas. 

 

Si alguna duda le queda no dude en prepararlo poniendo dos cucharadas de orégano en una taza, agregando después agua hirviendo hasta llenarla y dejándolo reposar durante tres o cuatro minutos. Claro está, use después un colador para colar la infusión y listo: puede consumirla y brindarla a quienes considere. Lo recomendamos. 

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