Bebidas refrescantes para un verano a lo cubano

Casi llega agosto y el calor no parece cesar ni un poco. Es por ello que, con el vapor propio del verano debemos mantenernos bien hidratados y qué mejor manera que preparar nuestras propias bebidas refrescantes y... ¡caseras!
Y es que, cuando pensamos en refrescos, lo primero que nos viene a la cabeza suelen ser las marcas comerciales como Coca Cola y demás conocidos en nuestra isla caribeña, mas la gran ventaja de hacer nuestros propios refrescos y jugos en el hogar es que controlamos los ingredientes añadidos a los mismos y en muchos de ellos evitamos los aditivos no saludables para nuestro cuerpo.

Beneficios de las bebidas naturales
Los jugos de frutas nos aportan vitaminas y minerales, generalmente vitamina C y potasio. Cuanto menos azúcar añadido contenga, será más saludable.
Nos mantienen frescos e hidratados en los días de más calor. Al estar compuestos fundamentalmente por agua, son bajos en grasas y calorías.
Tienen un alto poder digestivo y ayudan a un mejor procesamiento de comidas pesadas.
Las más pegadas
Para refrescar cualquiera de estos días de verano, aquí van las más populares sin alcohol. Siempre triunfan en casa, en la calle, la playa o cualquier sitio al que asistamos en esta temporada:

Limonada: Solamente tres ingredientes (agua en mayor proporción, un chorro de limón y azúcar al gusto). Esta mezcla nos mantendrá hidratados y nos aportará vitamina C.
Jugo de melón, de piña, de fruta bomba, de mango: Con un trozo de la fruta, agua y una pizca de azúcar disfrutarás no solo de su sabor sino de sus propiedades antivirales, antiinflamatorias, antihistamínicas y antioxidantes ya que tienen la facultad de contrarrestar los radicales libres. Los niveles de colesterol malo se reducen y la presión arterial se regula. Sus componentes naturales facilitan un mejor tránsito intestinal y mejoran la flora. Porque ayudan al sistema digestivo a descansar de la ingesta de fibra.

Para poder obtener todos sus beneficios, lo recomendable es beberlo siempre en las mañanas, incluso en ayunas, cuando el cuerpo está preparado para absorber los nutrientes.