La importancia de unos pies fuertes

Entrenar para construir una fortaleza física que se sostenga en el tiempo significa ejercitar todas las partes del cuerpo: las piernas, los brazos y el tronco. Pero, ¿qué sucede con los pies?
Los pies son responsables de la movilidad y el equilibrio. Y tener unos pies fuertes con dedos ágiles es importante tanto para la salud como para condición física, dijo Courtney Conley, fundadora de Gait Happens, un sitio educativo en línea con sede en Colorado y especializado en la salud de los pies.
Pero la mayoría de la gente se entera del concepto de fortalecimiento del pie después de una lesión, dijo. Incorporar ejercicios para los pies y los dedos a tu rutina mucho antes de desarrollar dolor en las espinillas o fascitis plantar, puede ayudar a prevenir esas lesiones y mejorar la forma de caminar, sobre todo a medida que envejecemos.
“La debilidad de los dedos de los pies es el principal factor predictivo de las caídas cuando nos hacemos mayores”, dijo Conley.
Por qué es importante fortalecer los pies
Según Martin Ellman, podólogo de la Clínica Mayo en Rochester, Minnesota, el simple hecho de caminar hace que los pies se ejerciten. Cada vez que estás de pie o caminas, se pone en funcionamiento el núcleo del pie, una red de pequeños músculos que crean equilibrio y estabilidad.
El pie debe actuar como un trípode, explicó Conley. Al estar de pie, el peso debe distribuirse entre el talón y la base de los dedos gordo y meñique (las partes carnosas), con los dedos separados para crear una base sólida.
Sin embargo, el calzado inadecuado suele acalambrar los dedos y endurecer la parte media del pie, explicó Jim Dooner, fisioterapeuta de Foot Collective, una empresa australiana dedicada al cuidado de los pies.
“El efecto es casi el de un yeso”, dijo. “Las articulaciones que no pueden moverse en toda su amplitud, se endurecen y debilitan con el tiempo”.
Si los músculos del pie o de la parte inferior de la pierna se debilitan y desequilibran, puede producirse una reacción en cadena de problemas en pies, tobillos, rodillas, caderas y zona lumbar. Las deformidades, como los juanetes, también pueden ser señales de que los músculos del pie necesitan atención, agregó Ellman.
Cuando los dedos de los pies no están rectos y planos respecto al suelo, el ciclo natural de la marcha se ve afectado. La alineación correcta es especialmente importante para el dedo gordo, que inicia el impulso al caminar.
Y las sandalias sin una tira trasera no ayudan, dijo Conley. Que los dedos de los pies tengan que agarrarse para sujetar una sandalia puede provocar dolores y deformidades que doblan las articulaciones y provocan dedos en martillo o en maza.
(Con información de The New York Times en Español)