14 de septiembre: Día internacional de la arepa

El sábado próximo se estará celebrando el todo el mundo a este alimento emblemático de la gastronomía colombiana y venezolana pero que disfrutamos en toda América Latina. Es una jornada promovida para rendir homenaje a un alimento que ha trascendido fronteras y culturas. Esta efeméride no solo celebra una delicia culinaria sino que también sirve como puente que conecta raíces y tradiciones latinas.
Es que este pan blanco y redondo, hecho de harina de maíz, ha evolucionado para ser mucho más que un simple plato. Su versatilidad es innegable: en algunos países de Latinoamérica se dice que su sabor cambia según el relleno que se le ponga. En ese sentido, desde carnes hasta legumbres guisadas, las opciones son infinitas. Y es aquí donde nos preguntamos: ¿de dónde proviene realmente esta receta?

Venezuela y Colombia se disputan el origen, aunque no podemos obviar que una vez ambas naciones estuvieron unidas bajo la Gran Colombia. No obstante, las diferencias entre las arepas de ambos países son notables: en Colombia son anchas y lanas mientras que en Venezuela son pequeñas y gruesas, ideales para rellenar.
Lo que sí es indudable es que la arepa es un plato de los pueblos originarios. Cuando los europeos llegaron al continente americano no solo descubrieron este alimento (también el cacao) sino todo el proceso para su elaboración. Se piensa que la palabra “arepa” proviene del lenguaje de los indígenas de ciertas regiones de Venezuela, que usaban un término similar para referirse a los panes de maíz cocidos en planchas de barro.
La arepa es, sin duda alguna, sinónimo de cultura, identidad y patriotismo. Representa hogar, familia y esfuerzo diario. Es una embajadora que viaja por el mundo, recordando el valor de culturas que alguna vez fueron una sola. Más que un alimento, es símbolo de unidad y tradición.