Le acercamos a los beneficios del uso del perejil

Tradicionalmente conocida y empleada como un condimento o especia, pocas veces se habla de sus propiedades depurativas, digestivas, muy nutritivas, así como la variedad de sabores y olores que aporta en nuestras cocinas.

Hablamos del perejil, una planta originaria del Mediterráneo oriental, familia de la zanahoria, el apio, el hinojo y la cicuta, entre otras. Se dice, incluso, que era apreciada por los griegos al punto que el emperador Carlomagno ordenó que se plantara en todos sus terrenos.

Suele encontrarse en los más diversos escenarios como huertos, jardines, márgenes de caminos, muros, cultivos, etc. de toda Europa y en parte de Asia, en zonas templadas de América y en todo el mundo, apreciada por ser una alternativa natural ideal.

Entre lo que más resalta del Perejil están sus propiedades diuréticas, pues aumenta considerablemente la producción natural de orina y por supuesto, la eliminación de toxinas. De ahí su uso contra el cálculo renal y de vejiga. 

También contribuye a la digestión de alimentos, expulsión de gases, abre el apetito, es protector de los vasos sanguíneos y contribuye a la regulación de la presión arterial,  favorece la menstruación y quienes suelen masticar sus hojas frescas, les ayuda a combatir el mal aliento.

En el perejil encontramos, además,  vitaminas A, C, K, ácido fólico, zinc, potasio, hierro y es abundante en calcio, hierro y vitamina A que existen. Se dice que es difícil encontrar una planta que concentre tantos valores nutritivos a la vez y en proporciones considerables. 

Por ejemplo: 

- 100 gramos de perejil fresco aportan más de 4 gramos de proteínas, el cuádruple que la mayoría de frutas y hortalizas, y el doble que las setas.

- Posee hasta tres veces más vitamina C que los cítricos, pues solo unos 40 gramos de perejil cubrirán las necesidades diarias de esta vitamina.

- Supera las cantidades de vitamina A presentes en las zanahorias y el boniato, las de mayor proporción de estas.

- 100 gramos de perejil aportan 56 mcg de ácido fólico, la cuarta parte de las necesidades diarias de esta vitamina tan importante. 

- Es el vegetal más rico en hierro, pues proporciona el doble que las espinacas.

- Tiene tres veces más calcio que el queso y es similar al de la almendra o al de la soja. 

En resumen: las cualidades antioxidantes del perejil reducen el riesgo de cáncer, dolencias cardiacas, infartos cerebrales y cataratas; ayuda también a combatir la anemia, la obesidad y sobrepeso, la celulitis, hinchazón de piernas, edema e insuficiencia cardiaca o renal, alivia el reúma, su hija o tallo machacados cura heridas, contusiones, úlceras e infecciones por picaduras de mosquitos. 

¿Y en la cocina? 

Pues en nuestras cocinas es un excelente condimento para guisos,  sopas, mayonesas, como aderezo en ensaladas, vinagretas, salsas, rellenos, pastas y hasta para mezclar con pan rallado y empanar o con mantequilla vegetal.

Se aconseja, además, no cocinarlo con las comidas para que no pierda ninguna de sus propiedades, ni su aroma y color, sino agregarlo justo antes de acabar la cocción o espolvorear en el momento de servir el plato.

Y si quiere conservarlo le recomendamos elegir manojos frescos, con hojas bien verdes porque el perejil suele marchitarse rápidamente, debe eliminar los tallos mustios y colocarlo en un recipiente con agua, cubrirlo con una bolsa de plástico y mantenerlo en una nevera. Si lo prefiere desecado entonces manténgalo en un recipiente de cristal bien cerrado y sin luz directa.

Y si le apetece una infusión de perejil solo tiene que agregar 3 cucharaditas de perejil fresco a 250 ml de agua hirviendo y esperar unos 10 minutos para luego colarla y disfrutarla. Se la recomendamos.