Fruta bomba o papaya: ¿Por qué debemos comerla?

Probablemente la conozcan por una denominación diferente y eso en si, no debería sorprendernos porque es muy empleada y puede convertirse en un plato imprescindible entre las dietas más saludables en todo el orbe.
Se trata de la papaya - o fruta bomba- en Cuba, una fruta tropical que proviene de un arbol científicamente conocido como Carica papaya y es originario de América Central y del Sur. Es reconocido su dulce y suave sabor, sin demasiados azúcares, su capacidad refrescante y su alto contenido nutricional.
Aunque su forma y tamaño varian, si la cáscara es de color amarilla o naranja a medida que madura y su masa o pulpa, de color naranja o rosada, muy jugosa, con semillas negras en su interior que suelen ser comestibles a pesar de su sabor ligeramente amargo. Claro, esto queda a gusto del consumidor.
Lo cierto es que la fruta bomba está cargadita de vitaminas A y C, esenciales para la salud del sistema inmunológico y la piel, pero también contiene potasio, ácido fólico y es muy beneficiosa para la digestión.
Habitualmente se consume fresca, en ensaladas de frutas, batidos, jugos, postres y así es excelente en tratamientos digestivos, inflamaciones y ciertas infecciones. Por sus propiedades antioxidantes contribuye, además, a la prevención de enfermedades crónicas como las cardiovasculares o el cáncer, a reforzar el sistema inmunológico, mantener la salud ocular, proteger los ojos de la luz solar y reducir el riesgo de degeneración macular.
Incluso, tiene una alta capacidad para mejorar la salud de la piel, al reducir signos del envejecimiento como las arrugas y las manchas.
Si a eso sumamos que puede ser una de las primeras frutas que podemos incorporar a la dieta de los más pequeños de casa, apenas cumpla unos 6 meses y ya no solo dependa de la leche materna, pues le ayuda a su buena digestión y evita el estreñimiento que pueda provocar ir incorporando en su pequeño organismo las primeras viandas y carnes.
No deje entonces de ingerirla, en cualquiera de sus formas de preparación o mejor, en pequeñas porciones, de forma natural, previo a las comidas, en un cóctel de varias frutas o en pequeñas porciones cuadradas como merienda.
Puede, asimismo, conservarla pelada y congelada durante gran parte del año y en el caluroso verano se extrae de la nevera y si hace con algunas porciones un rico jugo o batido, no solo delicioso, sino tambien refrescante y saludable como pocos. Eso sí, si lo combina con lácteos no guarde un poco para después porque adquiere un gusto amargo difícil de asimilar.
En definitiva, no importa si la nombra fruta bomba o papaya, sino que pueda hacerla parte de su alimentación habitual. Es, sencillamente, genial.