Venezuela advirtió de manera privada al gobierno de Donald Trump que no acogerá a sus propios ciudadanos deportados después de que Estados Unidos pusiera fin a la licencia de la petrolera Chevron para operar en ese país caribeño, según informó el pasado 7 de marzo The Wall Street Journal.

De acuerdo al diario, “se está desgastando” el acuerdo de repatriación de venezolanos posterior a la reunión de enero del enviado de Trump, Richard Grenell, con el presidente chavista, Nicolás Maduro -no reconocido por el mandatario estadounidense-.

La agencia EFE reportó que la Administración de Trump puso fin el martes último a la licencia de Chevron en Venezuela y le dio un mes, hasta el 3 de abril, para salir de ese país, luego de que el líder de la Casa Blanca criticara a Maduro por no acelerar las deportaciones de indocumentados en Estados Unidos tan rápido como esperaba.

The Wall Street Journal resaltó que la advertencia hecha por Venezuela obstaculizaría aún más la campaña de deportación masiva de inmigrantes indocumentados prometida por Trump, cuyo Gobierno se vio obligado a pausar los vuelos de repatriación en aviones militares por su alto costo.

Un total de 336 venezolanos fueron devueltos a su país de origen desde Estados Unidos en tres vuelos en febrero, mientras que el 24 de febrero llegó a Caracas otro vuelo con 242 repatriados procedentes de México, incluyendo mujeres y niños, en virtud de un acuerdo con ese país.

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(Foto de Archivo tomada de EFE).